Guía para padres primerizos

9 de junio de 2021 Por Landi-baby 0

Has superado los nervios del nacimiento de tu primer bebé, y ahora estás listo para volver a casa e iniciar una nueva vida con el recién nacido. Pero, una vez en casa, te invade la incertidumbre y, dominan los nervios, por eso hemos creado esta guía para padres primerizos.

Antes de acudir a la consulta pediátrica, debes entender que muchas veces el bebé puede mostrar ciertos malestares o irregularidades, que no siempre implican que el bebé esté enfermo y necesite asistencia sanitaria.

Para más facilidad, en Landi Baby hemos elaborado una guía para padres primerizos  donde te mostramos algunos cuidados para un bebé recién nacido.

Para empezar, debes tener en cuenta que el llanto es su única forma de comunicación con el mundo exterior, por lo tanto, a través del llanto tu bebé intentará expresar la mayoría de molestias y problemas. Al principio puede que te cueste identificar alguna de las necesidades básicas, pero al pasar infinidad de horas con el bebé, serás capaz de determinar, simplemente por el tipo de llanto, qué es lo que ocurre

¡APRENDERÁS RÁPIDAMENTE CON LA GUÍA PARA PADRES PRIMERIZOS !

Lávate las manos (o utiliza un antiséptico para manos) antes de manipular al recién nacido. Los recién nacidos todavía no han desarrollado un sistema inmunitario resistente, de modo que son muy vulnerables a las infecciones. Asegúrate también de que todo el mundo que manipula al bebé se lave antes las manos.

PARA DEJAR AL BEBÉ EN LA CUNA

Sujétalo sobre tu brazo izquierdo y contra tu cuerpo. Con la mano derecha despeja la cuna de cobijas y estira la sábana para que no queden pliegues. Pon la mano izquierda y el brazo izquierdo sobre la cuna y con la derecha abarca la cabecita y la parte superior del cuerpo.

El bebé debe dormir boca arriba, no boca abajo, y la cabeza ponla alternativamente de cada lado.

Arrópalo: Más o menos en función de la temperatura del sitio donde estén.

CAMBIO DE PAÑALES

Después de cada deposición o si el bebé ha mojado el pañal, acuéstalo sobre el cambiador de pañales  boca arriba y quítale el pañal sucio.

Usa el agua, las bolitas de algodón y la toallita o bien los paños desechables para limpiar con suavidad la zona genital y anal del bebé.

Si se trata de un niño, debes tener cuidado al quitarle el pañal, pues el contacto con el aire podría hacerle orinar.

Si se trata de una niña, límpiale las partes íntimas de delante hacia atrás para evitar posibles infecciones del aparato urinario. 

Para prevenir o tratar la dermatitis del pañal, aplíquele pomada o crema en el área afectada.

CUIDADO DEL CORDÓN UMBILICAL

El cuidado del cordón umbilical del recién nacido también es importante. Algunos pediatras recomiendan desinfectar el área con alcohol en cada cambio de pañales hasta que el cordón umbilical se seque y se desprenda, generalmente al cabo de entre 10 días y tres semanas, pero otros recomiendan no tocar el ombligo del recién nacido y dejar que se cure solo. Habla con el pediatra de tu hijo para que te aconseje al respecto.

Sin embargo, el área del ombligo no se debería sumergir en agua hasta que se desprenda el cordón umbilical y el ombligo esté completamente curado. Antes de desprenderse, el cordón umbilical cambiará de color, de amarillo a marrón o negro. Es algo normal. Consulta al pediatra si el área umbilical se enrojece, empieza a oler mal y/o supura.

PARA HACER ERUCTAR AL BEBÉ

Puedes seguir cualquier de los siguientes procedimientos:

  • Coloca un babero o babita debajo del cuello del bebé para evitar que te ensucie si llega a vomitar. 
  • Coloca al bebé en posición erguida con la cabeza sobre su hombro.  Sujétale la cabeza y la espalda con una mano mientras le das palmaditas suaves en la espalda con la otra mano.
  • Sienta al bebé en el regazo. Sujétale el pecho y la cabeza ahuecando la palma de una mano sobre su barbilla y apoyando la muñeca sobre el pecho del bebé (ten en cuenta que debes rodear con la mano la barbilla del bebé, nunca la garganta). Utiliza la otra mano para darle suaves palmaditas en la espalda.
  • Acuesta al bebé boca abajo sobre tu regazo. Sujétele la cabeza, asegurándote de que está más alta que el pecho, y dale palmaditas o frótale suavemente la espalda.

Muchos recién nacidos tienen el día y la noche “intercambiados”. Suelen estar más despiertos y alerta durante la noche y más somnolientos durante el día. Una manera de ayudarlos es reducir al mínimo la estimulación durante la noche. Mantén una iluminación suave, por ejemplo usando una lampara.

Cuando tu bebé se despierte durante el día, intenta mantenerlo despierto un rato más hablándole y jugando.

Aunque es probable que tratar con un recién nacido te provoque ansiedad, en unas semanas desarrollarás una rutina y serás todo un experto. Si tienes alguna pregunta o hay algo que te preocupe, pídele a tu médico que te recomiende recursos que podrán ayudarte a ti y a tu bebé a crecer juntos.

¡Esperamos que te hayan servidos estos consejos!
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